How has WHO responded to COVID-19, enemigo público global número uno


Ciento veinticinco días han pasado desde mi llegada a este país, mi país. Tras el cierre del aeropuerto internacional de Guatemala, se me ha hecho imposible el retorno a mi lugar de misión. Pensé que esperar dos semanas no sería problema; luego que esperar el siguiente mes, no era mucho para esperar. Así he ido sumando días semanas y meses en esta situación. No me quejo del todo, porque al menos he podido acompañarme de mi madre, mis hermanas, hermanos. Relaciones que se ha intensificado en este período.

Igual que la mayor parte de mi equipo en Guatemala me vi obligada al tele-trabajo y auto-confinamiento. Tele trabajar ha sido un nuevo aprendizaje, una nueva ascesis y adecuar nuevos patrones de conducta frente al trabajo a distancia. Me vi ante la necesidad de crear condiciones mínimas. Desde la contratación del servicio de Internet, adecuar y definir el uso constante del teléfono para las acciones del tele-trabajo. Seleccionar y experimentar distintas  plataformas para conversaciones grupales, entrevistas, reuniones con los miembros del equipo. Seguir los famosos  webinar, y un sin números de situaciones, que han abarrotado la oferta digital y en algún momento se han vuelto asfixiantes. 

En esas búsquedas y navegaciones he vuelto a encontrar este vídeo de la organización Mundial de la Salud (WHO). En él se presenta una cronología breve de lo que para el primer trimestre del 2020, estaba significando el corona virus. El COVID 19, enemigo público número uno.

Is not a drill...Esto no es un simulacro afirmaba el presidente de la OMS y no entendimos en ese momento el alcance de la situación. Tampoco hoy pasado 125 días podemos entender la envergadura del problema. Pero ya no importa si inteligimos o no esta situación, la realidad se nos impone. El desastre ya está hecho. Lo que no hicimos ayer y querríamos hacer hoy, no nos servirá, siempre será demasiado tarde. Estamos a merced de los poderes de la mano invisible que mueve los hilos de esta historia.

Me auto-confiné en mi país. Un país cuyo dictatorial gobierno, nunca llamó a cuarentena, en cambio expuso y sigue exponiendo una y otra vez a la población al contagio masivo. Negó al personal de salud los instrumentos básicos de protección. Provocando la muerte de más de noventa trabajadores de salud.

En estos 125 días he tenido noticias de la muerte de amigas y amigos médico, valiosos especialistas de las distintas disciplinas de salud, amigos entrañables, verdaderos seres humanos, ya jamás volveré a verles. ¡Qué dolor me causa!

Algunos días, de manera resignada, tengo la impresión que me quedaré en mi país. Pienso que el COVID19 se las tomará conmigo y jamás saldré viva de aquí. Otras veces, con actitud rebelde, hablo, grito y formulo palabras para exorcizar la fuerza del COVID19. A veces me lleno de pánico, pero recurro a las estadísticas, ellas me dicen que el porcentaje de muertes es relativamente bajo frente al número de contagiados; y en la siguiente línea leo,  que los factores de riesgo aumentan la letalidad del virus, yo tengo dos factores de riesgo. Entonces le pido a mi hermana que me de la fórmula de ese "té" que encontró  en las redes sociales y ella se hace cada día para prevenir el contagio.

Llevo 125 días en esta situación, los pronósticos nos dicen que esto va para largo. Y que en Nicaragua, debido a las decisiones del gobierno, nos quedan muchos meses más de dolor y muerte. No sé si en los meses que siguen yo me contagiaré y seguiré viva o moriré para reunirme con los que me han precedido.

A veces una extraña sensación de tranquilidad, proveniente del cansancio mas quede la fe, me hace sentir que no le tengo miedo a la muerte, tengo miedo a seguir viva. Tengo miedo a vivir en una región devastada por el hambre. Tengo miedo de estar viva y seguir siendo parte de un pueblo bajo la dictadura, enemigo público número uno de mi pueblo y que ahora está en contubernio con el enemigo público global número uno, el COVID19.

Volver a la normalidad. ¿Qué será lo normal ahora?  si un día volvemos a la anterior "normalidad" entonces vivir será un simulacro. Seguir viviendo, will be a drill?


Les invito a ver este vídeo, aunque está en inglés es fácil seguirlo. Lo tomé prestado del canal de WHO en Youtube



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