Sobrevivientes de guerra, campos minados


Hace unos días escuchaba la conversación de un sobreviviente de la guerra de los años 80's en Nicaragua. por ser yo misma parte de la lucha de esos años, sus narraciones no me eran ajenas ni desconocidas del todo. En algún momento pronuncié esta frase "hay guerras que nunca acaban", ciertamente no es una frase original, la he escuchado en la propaganda de una serie de televisión que trata de la guerra en Irak.
Considero que la guerra nunca acaba, porque aunque se termine un conflicto bélico, lamentablemente, la marca indeleble que éste deja se lleva en la conciencia y en lo más recóndito del cerebro humano.
Al evocar la memoria, los recuerdos siguen produciendo las mismas descargas de adrenalina. Las narraciones te hacen revivir el trauma, el dolor, la angustia por la sobre vivencia.
Se habla de superar el trauma, pero no es cierto. Cuando un ser humano se ha visto expuestos al absurdo y sinsentido de la guerra, la muerte, el despojo humano, entonces constatamos que el trauma no ha sido superado, sino que él nos ha superado. No se trata solamente de haber tocado fondo, sino de haber llegado más allá del fondo, más allá del propio fondo, de la propia resistencia. Se trata de la experiencia de fragmentación total de la persona.
Las guerras nunca acaban,  se prolongan en la vida de cada sobreviviente, se revive en cada narración, vive latente en la memoria y la psiquis. La vida y la memoria del sobreviviente se convierte en un campo minado. Son campos minados que toca caminar con cautela, con andar sigiloso y aunque algunos se perfeccionan en el rastreo, resiliencia le llamamos, saben que en cualquier momento pueden pisar una mina saltarina que estallará activando grandes descargas de adrenalina, que te harán irracional y te dejarán mutilado.
Sí, cada recuerdo te mutila, te trae los rostros y cuerpos de los destrozados en el campo de batalla, ellos que caminaron contigo, ellos que se hicieron parte tuya en la sobre vivencia bajo el fuego.

La activación de la memoria del conflicto bélico es bien aprovechada por los dictadores. Ellos saben que los sobrevivientes, llevan las marcas de la guerra, saben que son campos minados. Por esos disfrazan sus palabras hablando de paz, cuando lo único que buscan es conservar su poderío rodeado de esos campos minados, esos seres humanos fragmentados activados belicosamente, dispuestos a prestarse como escudo protector de cualquier tirano.
No existe ninguna causa libertaria, ningún proyecto político que valga la pena una sola bala disparada, ni un ser humano caído en el combate,  ningún sobreviviente de la guerras.
Se hace urgente y necesario, que esta guerras acaben urge volver a la paz.

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