Es preciso que muera una…
La Misioneras del Sagrado Corazón de Jesús (de la Santa Madre Cabrini) recientemente hemos realizado nuestra asamblea interprovincial latinoamericana. Llegadas desde las experiencias de trabajo en seis países diferentes, nos dispusimos a reflexionar sobre algunos de los desafíos de la Vida Religiosa en América latina y específicamente entre nosotras las MSC.
La Vida religiosa, la pastoral vocacional, las relaciones interpersonales en la comunidad y otros ámbitos, el liderazgo y formas de autoridad, las grandes instituciones y su urgente restructuración fueron, entre otros los temas que reflexionamos.
Y me quiero referir concretamente al tema de las instituciones. Recuerdo que una mesa de trabajo una de las participantes cuestionaba enfáticamente, sobre la necesidad de continuar o no continuar con instituciones/obras, extensas y complejas para nuestro servicio misionero al Reino. ¿Son realmente necesarias esas instituciones?.
La disminución de miembros nos ha llevado y casi forzado a re-inventar el cómo, con qué y con quién seguir dirigiendo monumentales edificios dedicados al hacer educativo o sanitarios. Muchas de nuestras actuales instituciones cuenta con la presencia de una hermana, cuando mejor nos va hay dos misioneras involucrada en todo el engranaje de complejas instituciones.
La sobrecarga de trabajo, el cansancio y agotamiento que pueden llegar a tener esa o esas personas, genera una serie de crisis que envuelve a la persona, la comunidad, la institución y todo el “entorno de evangelización”. Da la sensación de que esas instituciones son una especie de altar del sacrificio, donde se ofrecen víctimas para aplacar la ira de no sé qué dioses furibundo e insaciables de la productividad y las glorias pasadas. Me parece escuchar aquella sentencia del evangelio que dice “es preciso que una muera para salvar al pueblo…”
Urge la re-ingeniería, la re-estructuración de las instituciones que tenemos, pero… conjuntamente con esas acciones urge una re-ingeniería de nuestra estructura mental, urge la metanoia.
Ey Conce, lindo el artículo... aunque me asustás!! Esa frase me la dijo hace poco más de un año Annita Turnu en Roma, y yo la vengo mascullando hace tiempo. Y ahora vos también!!! Me quedo pensando y rezando... y sabés qué? Tenés razón, Crito ya murió, no hace falta que muera ninguna, más bien, que muera es mentalidad esclerosada, que muera esa vida religiosa "que ya pasó", esa que como decían unas heramanas en el encuentro: sí, sí, ya se murió pero enterrémosla de una vez que todavía huele mucho por acá... Te acordás? Bueno, gracias por compartir tu reflexión y meta metanoia para nosotras, que el amor apremia sí, y las papas queman también!!! Fraternos abrazos.
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